Artículo original: Cartaxo-Queiroga MA, Moraes de Oliveira GM, Pinho-Ribeiro AL (eds). Guideline of the Brazilian Society of Cardiology on Telemedicine in Cardiology – 2019. Arq Bras Cardiol. 2019; 113(5): 1006-1056.
Introducción
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de morbimortalidad en todo el mundo. La introducción e implementación de las nuevas tecnologías está favoreciendo el surgimiento de nuevas metodologías (muchas de ellas, aún en desarrollo) para mejorar la capacidad de las intervenciones sobre cada paciente individual. La telemedicina en general y la telecardiología en particular pueden desempeñar un papel muy importante, si bien estos métodos deben emplearse en forma adecuada para evitar el abuso de estos recursos.
Conceptos generales de telemedicina
Las intervenciones en telemedicina incluyen las conferencias por vídeo sincronizado y no sincronizado, el monitoreo remoto y el uso de equipos móviles.
Los objetivos de la telemedicina comprenden: [1] la asistencia remota (teleconsulta, telediagnóstico o telemonitoreo diagnóstico); [2] el manejo administrativo de la atención de los pacientes (solicitud de pruebas diagnósticas, prescripciones médicas, solicitudes de reembolsos); [3] calificación remota de los recursos humanos para facilitar los programas de educación continua; [4] investigación colaborativa.
Estos recursos requieren una adecuada protección de los datos personales, conservando la confidencialidad y evitando las vulnerabilidades que pudieran surgir del uso inadecuado de la tecnología.
Síntesis de las recomendaciones para la práctica de telemedicina
- Teleconsulta
- Este recurso asiste a los profesionales de la salud de áreas remotas para la evaluación clínica de los pacientes con enfermedad cardiovascular y resulta costo-efectiva para el Sistema Único de Salud (indicación clase IIA, nivel de evidencia B).
- La teleconsulta ayuda a los médicos que trabajan en servicios de emergencia asistiendo a pacientes con enfermedades cardiovasculares agudas (indicación clase IIA, nivel de evidencia C).
- La teleconsulta ayuda a regular la accesibilidad al cuidado especializado en pacientes con enfermedad cardiovascular presunta o establecida (indicación clase IIA, nivel de evidencia C).
- Telediagnóstico
- La tele-electrocardiografía es una alternativa factible y efectiva para realizar este estudio y resulta particularmente útil y costo-efectiva en el marco de la atención primaria y las localizaciones distantes (indicación clase I, nivel de evidencia B).
- La telemedicina con transmisión de los resultados de un electrocardiograma en el nivel prehospitalario de atención en pacientes con sospecha de infarto de miocardio reduce la mortalidad precoz y tardía (indicación clase I, nivel de evidencia B).
- La tele-ecocardiografía con teleconsulta es efectiva para la detección precoz de las cardiopatías congénitas en los neonatos y de la enfermedad reumática subclínica en niños y adolescentes (indicación clase IIA, nivel de evidencia B).
- La transmisión de las tomografías y las resonancias mediante telemedicina pueden indicarse para tener una segunda opinión y para soporte remoto en casos de emergencia, entre otros casos (indicación clase IIA, nivel de evidencia C).
- Telemonitoreo
- El automonitoreo de la presión arterial con este método contribuye al control del tratamiento y a la adherencia efectiva para reducir las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (indicación clase IIA, nivel de evidencia B).
- La tele-rehabilitación de pacientes seleccionados con insuficiencia cardíaca con disfunción ventricular o sin ella en clase funcional I-III es efectiva para mejorar la calidad de vida y el desempeño en la prueba de caminata de 6 minutos (indicación clase IIA, nivel de evidencia B).
- El monitoreo remoto de los pacientes con arritmia y dispositivos electrónicos implantados es efectivo para reducir los controles ambulatorios y para la detección precoz de alteraciones funcionales de estos equipos (indicación clase IIA, nivel de evidencia B).